Todos tenemos presente la importante relación que hay entre contaminación ambiental y emisiones de CO2 (Dióxido de carbono).
El dióxido de Carbono
Este gas es un componente importante del aire que respiramos y no es perjudicial en concentraciones normales, de hecho es un elemento necesario para la fotosíntesis de las plantas.
Se produce por la combustión de productos orgánicos y junto con la deforestación causada por la actividad humana ha hecho que se incremente en gran medida su concentración en la atmósfera, lo que ha favorecido efecto invernadero y del cambio climático.
Fuentes de emisión del Dióxido de carbono
Una de las principales fuentes de emisión de CO2 es el producido por el transporte.
Analizando en detalle este punto, podríamos diferenciar el transporte de personas y el de mercancías.
En el primer caso, la cantidad de viajes que las personas pueden recorrer a lo largo de su vida es, en cierto modo, limitado, por mucho que viajemos no recorreremos más de ciertas distancias.
En el caso del transporte de mercancías o colectivos de personas (aviones o barcos) cobra otra dimensión, es incomparable, y debido al proceso de globalización, la tendencia es a ir en aumento: grandes barcos mercantes, cruceros y aviones atravesando el mundo contaminando lo mismo que miles de coches circulando simultáneamente.
Otro de los causantes principales de contaminación ambiental por emisiones de Co2 es la generación de energía. Todos los países industrializados (con excepción de Francia y Canadá) obtienen entre el 60% y el 80% de su electricidad a partir de combustibles fósiles, dependiendo de su combinación energética.
La huella de carbono de un coche
En la producción industrial y manufacturera se emiten diferentes tipos de contaminantes, en particular grandes cantidades de CO2. Es por eso que se dice que cualquier producto que fabricamos deja una huella de carbono que es la cantidad de CO2 emitido durante su fabricación, uso y posterior eliminación.
Analizando el área del transporte, podemos ver que no hay una alternativa real 100% limpia y sostenible. Todos los vehículos dejan su huella de carbono que mide el impacto medioambiental real. En cuanto se analiza globalmente todo su ciclo de vida, no hay grandes diferencias entre diésel, gasolina e, incluso, el coche eléctrico.
Figura 2
Creación y distribución de carburante o electricidad.
El proceso de obtención de energía utilizada para propulsar los vehículos libera CO2 y contamina.
- El refinado y transporte del petróleo genera grandes cantidades de CO2.
- La generación de electricidad en los países desarrollados, dependiendo de su combinación energética, proviene de combustibles fósiles en una proporción que oscila entre el 60% y el 80%.
Proceso de producción y distribución.
Durante todo el proceso de producción de un vehículo se emite CO2. Desde la obtención de materias primas, su manufactura, el ensamblaje o su posterior transporte y distribución.
De la gráfica comparativa de la Figura 2 es destacable que el proceso de producción de un coche eléctrico es más contaminante que uno tradicional. Siendo especialmente contaminante la producción de las baterías que supone un 40% del total.
Por otro lado la deslocalización de la fabricación de automóviles hace que los materiales y componentes así como los vehículos en sí deban ser transportados ingentes cantidades de kilómetros de una punta otra del mundo generando enormes cantidades de CO2 durante el proceso.
Vida útil.
Durante su vida útil es cuando entra en juego el tubo de escape. En un coche gasolina que, durante su vida útil, recorra unos 150.0000 Km, el CO2 emitido supone un 70% aproximadamente del total producido durante su ciclo de vida. Según TÜV Nord en Alemania, en el caso de un diésel de inyección directa, se emitirá un 10% menos de CO2, con lo que estamos hablando de alrededor de un 60% de CO2 emitido.
Sin embargo en un coche eléctrico el CO2 emitido durante su vida útil baja hasta una media de un 52% derivado del proceso de obtención de energía.
¡¡¡¡ Son comparables las emisiones de CO2 de un coche diésel y un eléctrico !!!!
Eliminación del vehículo
Durante el proceso de eliminación de un vehículo el CO2 liberado depende de factores como el tamaño, el peso o los componentes utilizados.
No existe mucha información de las emisiones durante esta etapa por eso en la tabla de la Figura 2 vemos valores similares en todos los tipos de vehículo.
Cabría destacar el alto coste medioambiental de la eliminación o reciclado de las baterías de los coches eléctricos.
En conclusión catalogar lo que contamina un vehículo por lo que sale del tubo de escape no es una práctica perfecta ya que un automóvil contamina en todos los estadios de su ciclo vital y las administraciones deberían tenerlo en cuenta a la hora de catalogar los vehículos que más contaminan.
Para minimizar las emisiones que no corresponden al tubo de escape queda mucho camino por recorrer, empezando por la mejora de los procesos de obtención de energía, la optimización de los procesos productivos y la utilización de materiales mas sostenibles y la mejora de la deslocalización de la fabricación y distribución.
https://www.nature.com/articles/s41598-017-03714-9